¿Una voz de cine? El Síndrome de Bogart-Bacall


Seguro que si te apasiona el cine, el título del artículo te ha hecho clic en la cabeza. 

Si te digo los nombres de Humphrey Bogart y Lauren Bacall... ¿Te suena de algo? 

Esta pareja de actores de la época de oro del cine americano han puesto su imagen y voz en un gran número de películas... Y además le ponen nombre a un trastorno de la voz. ¿Qué te parece?

El síndrome de Bogart-Bacall

La voz de Humphrey Bogart y Lauren Bacall era bastante característica, con un tono grave y profundo. El Síndrome de Bogart-Bacall aparece en personas que fuerzan su voz y la utilizan en un tono distinto al habitual en periodos largos de tiempo, en especial si lo que hacen es hablar en un tono más grave.

Suele aparecer en personas que utilizan su voz como herramienta de trabajo, como cantantes, docentes, locutores de radio, actores y actrices... etc. Es decir, que no cambian el tono de voz para hablar durante un rato, sino que o hacen durante periodos muy largos y, en muchos casos, por exigencias profesionales.

¿Y en qué consiste?

Las personas que tienen Síndrome de Bogart-Bacall tienen:

  • Cansancio o fatiga al hablar, sobre todo al finalizar el día.
  • Sensación de ahogo mientras hablan. Notan que les cuesta finalizar una frase sin ahogarse o que se les escapen gallos.
  • Dolor de garganta.
  • Ronquera.
  • Problemas para llegar a tonos agudos con la voz.

¿Y por qué puede pasar esto?

Existe la creencia de que una voz más grave y oscura es más convincente, segura o incluso más sensual. Por ello, para poder "incluir" alguna de esas funciones a nuestra voz habitual modificamos el tono de nuestra voz. El problema está, como en todo, cuando hacemos estas cosas en exceso o sin saber cómo hacerlas adecuadamente.

Al forzar que nuestra voz esté funcionando en tonos fuera de lo habituales, sobre todo si no tenemos conocimientos de técnica vocal para hacerlo correctamente, estamos forzando los músculos de nuestro cuello y nuestra laringe a trabajar de una forma poco habitual. Por ello, nuestros músculos se sobrecargan y acumulan tensiones que, a largo plazo, pueden generar otros problemas de la voz mucho más graves.

Para que nos entendamos, imagínate que trabajas con el ordenador en una mala postura como encorvado en el sofá. Con el tiempo empiezan a aparecer las molestias en la espalda y el cuello. Si no hacemos nada, estas pequeñas molestias se pueden convertir en una lesión más grave.


¿Qué tengo que hacer si creo que tengo este problema?

Lo primero de todo, pensar en los motivos por los que estás modificando el tono habitual de tu voz. ¿Es necesario que lo hagas? ¿Puedes reducir la frecuencia con la que lo haces? ¿Crees que lo estás haciendo de forma correcta?

En segundo lugar, pide información a un logopeda. Son los profesionales capacitados para ayudarte a entender cómo funciona tu voz y cómo usarla correctamente.

Y por último, pero no por ello menos importante, la voz que tenemos cada uno es única y tenemos que cuidarla. Lauren Bacall y Humphrey Bogart sonaban de una forma muy especial, pero tú también.

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