¡Cocinando palabras! Jugar a las cocinitas como estrategia de estimulación del lenguaje
Jugando a las cocinitas podemos mejorar la atención, trabajar todo el vocabulario de los alimentos y elementos de la cocina, la memoria, el lenguaje y el habla. En fin, una gran cantidad de ámbitos que nos pueden ayudar a estimular el lenguaje de nuestro pequeño o pequeña chef.
Seguro que en casa ya habéis jugado, pero os dejamos unos pequeños consejos para que este momento sea mucho más efectivo para estimular el lenguaje.
- Conviértele en "jefe de cocina". Pídele instrucciones, pregúntale qué ingredientes necesita, comenta lo que vais haciendo... Hazle protagonista y director de la conversación que estáis llevando a cabo.
- No le hagas preguntas a las que sólo tenga que contestar "si o no". Por ejemplo, en vez de preguntarle "¿Te doy un tomate?" pregunta "¿Quieres que te de un tomate o una patata?". Así trabajamos el vocabulario de las comidas, el razonamiento lógico y la interacción comunicativa.
- Si estamos hablando de peques que aún no articulan del todo bien ciertas palabras, no les corrijas. Repite lo que ellos hayan dicho pero de forma correcta, ofreciéndoles un modelo a imitar.
- El ingrediente secreto para que este juego no sólo funcione, sino que os haga pasar un rato genial en familia, es el cariño. Refuerza positivamente la actividad y sus interacciones.
Y con los más mayores... ¿Te atreves a llevar este juego a otro nivel? Llévales a la cocina y haced una receta sencilla juntos. No sólo pasaréis un buen rato, sino que además lo podéis complementar con el trabajo de otros objetivos. Por ejemplo, si queréis trabajar la escritura podéis crear un cuaderno de recetas en el que anotar las cosas que vais cocinando en familia.
En definitiva, trabajar en torno a la cocina y los alimentos nos asegura un momento de aprendizaje y diversión que nos va a dejar con muy buen sabor de boca.
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